Evitar clientes descontentos.
Siempre es recomendable tener un stock de seguridad que permita satisfacer a tus clientes sin retrasos y evitar quedar desabastecido por un posible incremento inesperado de las ventas. Ten en cuenta que ante un eventual faltante, pierdes la venta y al cliente.
Neutralizas la estacionalidad.
La demanda de determinados productos puede tener grandes variaciones a lo largo del tiempo: la venta de juguetes es mayor para el día del niño, y las librerías tienen más movimiento al comienzo del período escolar. Analizá la demanda de tu negocio y anticipá sus cambios. ¡Gestioná tus existencias para responder a estas fluctuaciones sin perder oportunidades de negocio!.
Esperar con tranquilidad la reposición.
La reposición de la mercancia no es inmediata, puede depender de muchos factores (proveedores, distancias, tipo de producto). Al llevar un control de inventarios, los pedidos se realizan teniendo en cuenta estas demoras, y se minimizan los inconveniente.
Lograr descuentos con proveedores.
Normalmente al comprar lotes significativos o grandes cantidades (al por mayor), se logran mejores precios o descuentos por cantidad de parte de los proveedores. Además se reduce el costo del transporte. Pero analizá siempre si este beneficio es mayor que mantener tanto stock inmovilizado.
Saber cuanto dinero hay en mercancia.
El inventario es capital inmovilizado para una empresa o negocio. Muchas veces es mayor dicho importe, que el destinado al resto de las operaciones cotidianas de la organización. Es útil conocer este dato para la realización de los estados contables, y sobre todo para tomar decisiones.